El colirio autólogo o suero autólogo es un preparado basado en la propia sangre tras ser centrifugada, separando el suero y diluida o no con suero fisiológico (según la queramos más o menos rica en factores de crecimiento). Cuando al paciente no se le pueda extraer sangre o existan alteraciones severas en su composición, podremos utilizar la sangre de un familiar compatible. (En la imagen, máquina centrifugadora usada para extraer el plasma). Se utiliza por vía tópica para el Síndrome de Ojo Seco, después de la Cirugía Ocular y en algunas Queratopatías, su función es reparar y regenerar el epitelio corneal. Hace muchos años hubo pioneros de nuestra especialidad que ya intuían su valor curativo, usándola en forma de inyecciones subconjuntivales en lo que se denominó Autohemoterapia, y que se empleaba en enfermedades oculares degenerativas de mal pronóstico, así como otros preparados como: extractos de placenta, injertos de esclera, cornea, etc. Hoy en día, la experiencia contraida después de muchos casos tratados y que comenzó con la ilusión del Dr. Antonio Carrero, compañero Hematólogo, que contribuyó activamente a fundar el Centro de Medicina Transfusional en nuestra capital, ha sido muy positiva. En nuestra consulta lo usamos de forma asidua, junto con las lentes de contacto terapéuticas, como apuntábamos anteriormente gracias a los excelentes resultados que hemos obtenido en el tratamiento del ojo seco, en el preo y post-operatorio de la cirugía refractiva (PTK), injertos corneales, erosiones recidivantes y secuelas de queratoconjuntivitis. En estos preparados nunca existe el riesgo de rechazo al ser biocompatibles y no llevar conservantes, pero por la misma razón, hay que ser cuidadoso en su manipulación, conservación (frio) y puesta. Aunque, sus beneficios superan con creces al resto de colirios sintéticos ya que favorecen de forma natural la regeneración celular y el sistema inmunolóbiologico. Es importante no confundir con colirios homólogos u otros sucedáneos en forma de lágrimas.